Tarta terrorifica de calabaza/halloween


"Divertirse en Halloween significa terror, miedo, sangre, sustos, gritos, fantasmas, vampiros, bichos feos y raros, pero también los dulces son parte de esta gran fiesta.  Aunque la imaginación no tiene límites, a veces cuesta un poco ser original, pero con esta tarta te lo garantizo que lo serás. Rica, sabrosa, sencilla y terrorífica."


Halloween es la "noche de brujas", la tradición que mezcla hogueras, embrujos, calabazas y caramelos. Esta noche los fantasmas vuelan desde las tumbas, los vampiros salen de sus sarcófagos llenos de telarañas, los extraterrestres de sus platillos, los monstruos, las hadas, los superhéroes llenarán las calles. 

Las raíces de Halloween no están realmente en los Estados Unidos, si no que proviene de los celtas del Reino Unido. Su nombre proviene de una frase inglesa “All Hallow´s Eve”, lo que se traducía como víspera de todos los santos.

Hace más de 2000 años los celtas celebraban la fiesta de Samhain como el fin de verano y la llegada de los días cortos y fríos de otoño. Duraba siempre 3 días y comenzaba el 31 de octubre y era un tributo al “Rey de los muertos”. Se creía que en estas noches los espíritus de los muertos regresaban a visitar el mundo de los mortales. 
El año céltico concluía el 31 de octubre, en el otoño, cuya característica principal era la caída de las hojas. Para ellos significaba el fin de la muerte o la iniciación de una nueva vida. La costumbre era de dejar comida y dulces afuera de sus casa como ofrendas. Por otro lado, era común encender muchas velas para ayudar a las almas de los muertos encontrar el camino hacia la luz. 


La iglesia católica instituyó como una de sus celebraciones el “Día de todos los santos”, en honor de los que “gozan de la vida eterna en la presencia de Dios” y que no aparecen en santorales y que no se conocen su nombre. 
En el siglo VIII el papa Gregorio III cambió la fecha original del “Día de todos los santos” del 13 de mayo al 1 de noviembre. Se cree que fue un intento de “cristianizar” la fiesta pagana de Samhain.  Lo cierto es que esta movida de algún modo unió ambas celebraciones mezclando tradiciones paganas y cristianas. 

¿Cómo llegó esta celebración a Estados Unidos? 
Durante la Gran Hambruna en Irlanda (1845 – 1849), que por entonces formaba parte del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda, más de 1.000.000 de personas emigraron a los Estados Unidos. Con ellos llevaron su historia y sus tradiciones y poco después el Halloween se dio de conocer allí. Hay pequeños cambios, aparecen los espantapájaros, las calabazas, las frases como “truco o trato” pero cuando en realidad cobra auge es después de la Segunda Guerra Mundial, cuando terminó el racionamiento de alimentos. 

Hoy en día es la fiesta no religiosa más grande de los Estados Unidos. A lo largo de los años se ha exportado a muchos otras partes del mundo como América Latina, Asia, África y Europa. 


En México esta fiesta está considerada la segunda fiesta nacional y fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en el 2003. Como símbolo sustituye las calabazas por calaveras y realizan danzas y cánticos para venerar los fallecidos y llamar la buena suerte en el mundo de los vivos. Visitan las tumbas con ofrendas florales o platos que más gustaban a los ausentes para atraer sus espíritus. Un bollo típico muy rico es el Pan de muerto, que va relleno de crema, chocolate o nata y que se hace solo en estos días. 

Los irlandeses preparan un dulce llamado Barm Brack, muy similar al Roscón de Reyes que lleva sorpresas dentro y una bebida llamada Lamb´s woos hecha con manzanas asadas. 

En mi país, en Rumania, se prepara coliva, un pastel con granos de trigo hervidos, azúcar y nueces que se reparte a toda persona que va a al cementerio aquel día para visitar a sus seres queridos que ya no están. 

En España se disfruta también de postres típicos: huesos de santo, pestiños, panellets, membrillo...

Aunque ha cambiado mucho al largo de los siglos, Halloween sigue siendo una celebración que brinda un espacio para que adultos y niños jueguen con sus miedos y fantasías y se burlen de ellos. 


INGREDIENTES:

Para el bizcocho: 
  • 6 huevos 
  • 4 cucharadas de azúcar 
  • 6 cucharadas de harina 
  • 2 cucharadas de mantequilla 
  • 1 cucharadita polvo de hornear 
  • Colorante alimenticio rojo (polvo de remolacha)

Para la crema: 
  • 250 gr queso mascarpone
  • 700 gr calabaza 
  • 3-4 cucharadas de azúcar 
  • 1 cucharadita de jengibre en polvo
  • 1 pizca de nuez moscada
  • 1 cucharada de canela
  • colorante negro (carbón activo)

Para el sirope:
  • 200 ml agua 
  • 100 gr azúcar 
  • Zumo ½ limón 

Para los adornos:
  • 500 ml leche 
  • 6 láminas de gelatina neutra 
  • Colorante rojo
  • Colorante negro
  • Chuches espantosos: ojos, arañas...


PREPARACION:

Sirope: 
  • Poner a hervir el agua con el azúcar, tiene que estar un mínimo de 15 minutos a fuego lento.
  • Añadir el zumo de limón y apartar y dejar que se enfríe.
Crema:
  • Rallar la calabaza y poner en un cazo con el azúcar.
  • Dejar unos 20 minutos hasta que ligue bien como si fuera una mermelada, que no tenga líquido. 
  • Cuando esté fría mezclar con el queso mascarpone, el jengibre, la canela, la nuez moscada y el colorante negro. 
Gelatina para decorar:
  • Calentar la leche y añadir el azúcar y la gelatina.
  • Separar en tres vasos para hacer colores diferentes.
  • Un vaso se queda blanco, en otro añadiremos colorante rojo y en otro negro.
  • Ponerlo en moldes y dejar que cuaje en la nevera unas 2-3h.


Bizcocho:
  • Separar las claras de las yemas.
  • Montar las claras con el azúcar. 
  • Batir las yemas con la mantequilla y una pizca de sal hasta que se aclaren y se haga una salsa cremosa.
  • Añadir el colorante rojo. 
  • Mezclar las yemas con las claras despacio.
  • Añadir la harina y el polvo de hornear.
  • Meter en el horno a 180-200 grados C entre 30 – 35 minutos.
  • Sacar del horno y dejar enfriar. 
  • Cortar por la mitad y con un pincel emparar las dos parte con el sirope frío.
  • Añadir la crema, una parte en el medio y la otra parte encima del bizcocho. 
  • Adornar con una cuchara de mermelada roja diluida con agua para dar la imagen de sangre y con las gelatinas. 
  • La tarta sabe mucho mejor al dia siguente ya que tanto el sirope como la crema se pegan mejor al bizcocho, pero si no tenéis paciencia os perdonó, la podéis comer allí mismo...:)
  • En las tiendas de chuches en estas fechas podéis encontrar dulces con aspecto espantoso para adornar vuestras tartas: arañas, ojos, esqueletos...


¡¡¡Que lo disfruten!!!











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