Mini Roscon de reyes con dulce de leche
"La receta de hoy me ha divertido muchísimo, he jugado y me he sentido como un niño, he descubierto sabores nuevos que pensaba que nunca me iban a agradar, como el dulce de leche, y he tenido una gran satisfacción a la hora de poder regalar varios de ellos a mis amigos. Sin duda fue todo un éxito y una experiencia muy agradable."
Ya vienen los reyes magos, ya vienen los reyes magos, caminito de Belén…los reyes están a punto de llegar y con ellos la tradición del muy querido roscón.
Ya vienen los reyes magos, ya vienen los reyes magos, caminito de Belén…los reyes están a punto de llegar y con ellos la tradición del muy querido roscón.
El Roscón de Reyes es un postre típico de los países de tradición cristiana y latina que consiste en un bollo dulce cubierto de frutas y en ocasiones con relleno de nata, chocolate o crema.
Aunque la receta tal y como lo conocemos hoy es bastante moderna, tenemos que remontarla a la antigüedad para descubrir el origen del haba.
Igual que la fiesta de Navidad, la de Epifanía se ubico en el calendario cerca de las antiguas saturnales romanas, que era conocida como la fiesta de los esclavos, en las cuales se alteraban las normas sociales y los esclavos eran servidos por sus amos.
Durante estas fiestas celebradas en honor al Saturno, el Dios de la Agricultura, se repartían unos pasteles redondos rellenos de frutos secos, dátiles, higos, que con el tiempo tomaron aspecto de bollos circulares en los que se escondía un haba. El afortunado que lo encontraba era tratado como un rey por un día y recibía favores, regalos, y toda una fiesta en su honor.
Esta fiesta desapareció con la llegada del cristianismo, y también dejó en el olvido por un tiempo este pastel, pero los franceses lo mantuvieron vivo.
Durante el Renacimiento, la costumbre de comer este postre el dia de la Epifanía, el 6 de enero, se convirtió en una popular tradición entre la aristocracia y la realeza de gala.
Las familias se reunían para tomarlo juntos, un niño dividía el Roscón en trozos iguales para cada uno de los habitantes de la casa, señores, y sirvientes juntos. Al que le tocaba el trozo que contenía el haba era nombrado Roi de la Fave, el Rey del Haba.
Más tarde en el siglo XVII, cuando el rey francés Luis XV era todavía un niño, un cocinero de la corte quiso agasajarlo introduciéndole como sorpresa en el roscón una moneda de oro. Desde este momento, el haba se pasó al olvido, ya que el premio deseado era el que más valor económico tenía.
El Roscón llegó a España en el año 1700 a mano de Felipe V, el primer Borbón español y nieto de Luis XIV, y trajo consigo la costumbre de celebrar la Epifanía igual que en su país de origen. Fue ahí donde, por primera vez, se cubrió el pan con frutas escarchadas, dando la imagen de una corona con piedras preciosas y se escondió un pequeño muñeco de porcelana en su interior, significando el encubrimiento niño Jesús.
Los roscones normalmente son grandes, para poder ser compartido con toda la familia, pero ¿qué hacemos con las personas que viven solas o en pareja? y no necesariamente les apetece mucho dulce, pero si mantener la tradición; así que, he optado por hacer mini roscones, individuales o para parejas.
INGREDIENTES:
Para la masa:
- 650 g de harina de fuerza
- 250 ml de leche tibia
- 25-30 g de levadura fresca
- 120 g de azúcar
- 120 g de mantequilla derretida
- 3 huevos
- 10 g de sal
- 2 cucharadas de agua de azahar
- Ralladura de limón y naranja
- 2 cucharadas de ron o brandy
Crema:
- Queso mascarpone
- 1 bote dulce de leche
- 1 tableta de chocolate blanco
Naranja confitada con jengibre:
- 1 naranja
- 1 raíz de jengibre
- 200 ml agua
- 200 gr azúcar
Para decorar:
- Naranja confitada con jengibre
- Azúcar
- 1 huevo batido
- Láminas de almendras, nueces, piñones, semillas de sésamo….
Sorpresa:
- Almendras enteras
PREPARACIÓN:
Naranja confitada:
- Poner el agua a hervir junto con e azúcar.
- Cortar la naranja en rodajas del grosor deseado.
- Cortar el jengibre en láminas finas.
- Cuando empiece a hervir añadir las rodajas de naranja, lo ideal es que no se superpongan, como mucho dos capas, y dejar hervir media hora.
- Guardar en un bote con tapa en la nevera si no lo vamos a usar en el momento.
Masa:
- En un bol poner la levadura con unos 50 ml de la leche tibia, 1 cucharada de azúcar y 2 cucharadas de harina.
- Mezclamos con un tenedor todos los ingredientes y dejamos tapado unos 15-20 minutos hasta que doble el volumen.
- En un bol grande mezclamos la harina con el azúcar y vamos añadiendo poco a poco los demás ingredientes amasando hasta formar una masa.
- Tapamos la masa con un paño y dejamos que fermente y que doble su volumen, serán más o menos unas dos horas, la temperatura debe de ser agradable, podemos usar el truco del horno precalentado para ayudar.
- Una vez que aumenta el volumen dividimos la masa en 8 bolitas y hacemos un agujero en el medio.
- En este paso la masa retrocede un poco, así que hay que dejarlo de nuevo una media hora que aumente el tamaño.
- Una vez pasado este tiempo, justo antes de introducirlos en el horno, pintamos los roscones con huevo batido y decoramos con frutos secos, láminas de naranja confitada, jengibre confitado, azúcar, cada uno de una manera diferente.
- Metemos en el horno a 180* C unos 15-20 minutos.
- Antes de rellenar hay que dejar que se enfríen.
- Cuando rellenamos el roscón, en cada uno, en vez de haba, introduciremos una almendra, de este modo no habrá que preocuparse a la hora de comerlo.
Crema:
- Tenemos que tener en la nevera previamente tanto el queso mascarpone como el dulce de leche para que se mantengan firme.
- La tableta de chocolate lo picamos con un cuchillo, queremos conseguir trocitos de diferentes tamaños, unos más pequeñitos y otros más grandes.
- En un bol mezclamos el queso y el dulce de leche hasta formar una crema homogénea.
- Añadimos los trocitos de chocolate.
- No será necesario azúcar ya que tanto el dulce de leche como el chocolate contienen bastante azúcar.
¡Que lo disfruten!
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