Manzanas borrachas
"La Manzanas borrachas son un delicioso postre, muy fácil de hacer, con el que podemos sorprender a nuestros seres queridos en cualquier momento cuando fuera hace frío y queremos darles unos mimitos para entrar en calor. Las llamamos borrachas ya vamos a flambearlas con alcohol, pero perderá todos sus grados a ser quemado y quedara solo el aroma y el perfume de este. ¡Una verdadera delicia!"
Hoy hace muchísimo frío, ha nevado y estamos a la espera de mas y mas frio. Así que me apetece entrar en calor con algo dulce, que sea caliente, que sea rico, y que sea borracho. Y qué mejor para este invento unas manzanitas.
Las manzanas siempre han tenido importancia y significado religioso y mitológico en muchas culturas, incluidas las tradiciones nórdicas, griegas y europeas cristianas.
Por ejemplo, aunque el fruto prohibido que Eva come en el Libro del Génesis no queda identificado, se ha representado principalmente como una manzana. En realidad, una de las razones de esta interpretación es que la palabra “manzana” se usó como término genérico para todas las frutas extrañas, excepto las bayas, hasta el siglo XVII.
Se cree que las manzanas provienen de los bosques Tian Shan, una zona límite entre China, Kazajistán y Kirguistán, y se domesticó hace más de 10000 años.
Viajó a lo largo de la Ruta de la Seda a Europa y de allí llegó a América del Norte de la manos de los colonos europeos en el siglo XVII.
Con las manzanas se pueden hacer multitudes de recetas: postres, asadas, ensaladas, macedonias, zumos, compotas, salsas, platos salados, chutneys, … El jugo incluso se puede fermentar para producir sidra y vinagre. Otros subproductos de la manzana incluyen el aceite de semilla de manzana y la pectina, que a menudo se usa en la fabricación de mermeladas y jaleas.
El gran científico Isaac Newton, descubrió la ley de la gravedad observando como una manzana se caía preguntándose ¿Por qué la manzana siempre desciende perpendicularmente hasta el suelo? Podría haber sido cualquier otra fruta, una ciruela, una nuez, una pera, pero no, fue una manzana.
Lo que quiere decir que la manzana probablemente empezó a comerse desde su primer momento de existencia y fue una de las frutas más extendidas y más consumidas de la tierra.
Hoy en día encontramos manzanas en todas las épocas del año, cuando yo era niña las manzanas se consumían del árbol, en el verano y en otoño, después las que maduraban más tarde, se recogían con mucho cuidado, para no ser golpeadas y se ponían en el desván de la casa encima de tablas de madera y con cierta distancia entre ellas para que no tocaran, por si alguna se ponía mala no dañaba a las demás. Eso se iba consumiendo en el invierno y según pasaba el tiempo la piel de la manzana se arrugaba como una pasa, pero al mismo tiempo el perfume y el dulzor iban aumentando.
Estas manzanas de diferentes tamanhos, diferentes colores, imperfectas, con pencas y hasta con algún gusanillo que debía apartar, recién recogidas de los manzanos, por desgracia en el medio urbano van desaparecido por completo y cada vez más la gente opta por las manzanas perfectas, las de revista, de cuento, que carecen de un buen contenido, pero son perfectas por fuera.
Bueno, no os quiero entristecer, así que pasemos a hacer algo divertido: ¡Manzanas borrachas!
La manzana contiene pectina, una fibra soluble, que dentro del intestino tiene un papel muy interesante: retiene el agua, formando un gel y facilitando la eliminación de toxinas a través de las heces.
Contiene vitaminas como la C, E, minerales como boro, potasio, fósforo.
Nos ayuda a prevenir enfermedades circulatorias, del corazón, combate el estreñimiento, baja el colesterol y el azúcar en la sangre, una fruta ideal para los diabéticos.
INGREDIENTES:
- 3 manzanas, deben de ser de las que son más firmes, yo use la variedad Granny Smith
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 50 ml brandy
- 1 cucharada de láminas de almendra tostadas (en su defecto semillas de sésamo, pipas de calabaza, semillas de girasol chía, amapola…)
- un poco de nata en spray
- canela en polvo
- unas hojitas de menta
PREPARACIÓN:
- Primero tostamos las laminas de almendra lo justo como para que cambien un poco de color y las guardamos.
- Cortamos las manzanas sin pelar en 8 partes iguales y quitamos el corazón. Las dejamos con la piel por que será la parte que sujetara y ayudará que el gajo de manzana no se deshaga en trocitos.
- En una sartén bien caliente, ponemos la mantequilla y los gajos de manzana, y dejamos 1 minuto.
- Es importante que la sartén esté muy caliente, por que, si no, en vez de tostarse se ablandaran.
- Damos la vuelta y dejamos otro minuto, o hasta que estén un poco doraditos.
- Añadimos el azúcar y dejamos que caramelice primero por un lado y luego por el otro.
- Añadimos el brandy y con mucho cuidado flambeamos. ¡Hay que tener sumamente cuidado que la altura lo permita y que no haya ningún factor de riesgo cerca!
- Una vez que se apaga la llama servimos
- Adornamos con las láminas de almendra tostada, un poco de nata, canela en polvo, unas hojitas de menta y listo.
¡Que se emborrachen!
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