Sopa de gallina con fideos de huevos caseros
"La sopa de gallina es un clásico de la gastronomía y hoy en dia nos traslada a las comidas que hacían nuestras abuelitas. Las comidas slow cook son todo lo contrario de lo que es el concepto fast food; hechas a fuego lento, largo tiempo, conseguimos unos sabores divinos, perfectos, que siempre nos traen buenos recuerdos. ¡Simplemente inolvidables!"
Hoy voy a preparar una receta a la que le tengo muchísimo cariño por que es una de las cosas con la que me crié y que preparaba mi abuelita y mi madre en días muy especiale: sopa de gallina con fideos de huevo caseros.
Tiempo atrás los humanos solían comer carne frita a fuego, lo que conocemos hoy en día como barbacoa. Más tarde descubrieron primero el caldo y luego la sopa.
Al parecer cuenta la historia que fue en la era del Paleolítico, cuando nuestros ancestros empezaron a sumergir trozos de carne o vegetales en agua caliente para después comérselos.
Hay evidencias en el suroeste de Francia, en las cuevas de Les Eyzies, que los huecos que había en las rocas se llenaban con agua y con alimentos y después se les añadían piedras muy calientes. Aquello tuvo que ser todo un avance en la historia de la gastronomía.
Seguramente fue un invento de la gente pobre ya que, con muy poca carne, a veces con restos y huesos y un poco de vegetales conseguían un caldo que podría alimentar a toda la familia.
En mi tierra, y en los Balcanes en general, hay una cultura tremendísima de caldos y sopas, y esto se debe en gran parte al imperio otomano, que es la tierra de las sopas y los caldos por excelencia.
Recuerdo que siendo niña mi madre me llamaba a comer y yo siempre le preguntaba: ¿Hay sopa? Era mi plato preferido, no importaba de lo que estaba hecha, y si faltaba comía a desganas.
En cada parte del mundo hay ingredientes diferentes que se les añaden a los caldos. En América latina utilizan las yucas, las batatas, en África las harinas, en los Estados Unidos el maíz, en Francia la crema de leche, en Grecia el yogur y el limón, en varios países de Europa del este se les añaden líquidos fermentados en base de cereales para darle acidez, en Japón son las algas, los copos de pescado desecado, se adorna con fideos, con arroz, con huevo batido, con vino, hierbas frescas, se preparan en cremas…y nunca acabaría esta lista por que hay tantas posibilidades de hacer un caldo o una sopa.
INGREDIENTES:
Para la sopa:
- 1 gallina
- 4-5 L agua
- 2 zanahorias
- 2 patatas
- 1 pimiento
- 1 cebolla
- 200 ml vino blanco
- 2-3 hojitas de laurel
- 1 cucharadita de pimienta negra en granos
- Sal
Para los fideos:
- 2 huevos
- 200 g harina
- Sal
- 1 raíz de cúrcuma fresca o ½ cucharadita en polvo
PREPARACIÓN:
La sopa:
- En una olla grande poner el agua y todos los ingredientes.
- Se pone a fuego alto hasta que empieza a subir la espuma, que son las impuridades que hay que recoger.
- Una vez finalizada esta operación tapamos y dejamos hervir a fuego lento. El tiempo dependerá de si tenemos una olla a presión. En este caso sería 1h. De lo contrario nos llevará entre 2-4h dependiendo de lo rápido que se ablanda la gallina.
- Cuando esta bien hervida la carne, la gallina siempre es más dura que el pollo, pero más sabrosa, colamos dejando el caldo de un lado y los demás ingredientes por otro lado.
- Apartamos los trozos de carne que están enteros, muslos, alitas, pechuga y dejamos de un lado la parte de las carcasas y los vegetales.
- En el caldo añadimos los fideos y dejamos unos 5 minutitos que hiervan.
- Volvemos a poner en la olla los trozos de carne que hemos apartado, probamos de sal y listo nuestro caldito.
- Al final podemos añadirle alguna hierba aromática como perejil, cilantro, levístico, un poco de pimienta recién molida y servimos con cebolleta fresca y pan negro.
Los fideos de huevo:
- Añadimos parte de la harina, la sal y los huevos y removemos con la mano.
- Vamos poniendo de poco a poco la harina hasta obtener una textura blandita pero no pegajosa.
- Por lo ultimo me gusta añadirle una raíz de cúrcuma rallada que dará un color amarillo más bonito a mis fideos. En este paso sería ideal usar unos guantes ya que el tinte de la cúrcuma se te queda unos días en las manos. Si no tienes fresca puedes usar cúrcuma en polvo.
- Tapamos la masa y la dejamos reposar unos 10 minutos.
- Una vez pasado el tiempo dividimos la masa en dos o tres partes y en una superficie bien enharinada empezamos a estirar hasta obtener una lámina muy fina.
- Enroscamos haciendo un rulo y cortamos los fideos con un cuchillo bien afilado del grosor que más nos guste.
- Estiramos los fideos para que se desenrosque, añadimos un poco más de harina encima para que no se peguen y dejamos que “les dé un poco de aire”, que se sequen un poco. Con una hora sería suficiente.
- Estos fideos si no los usamos todos podemos sacarlos del todo y guardar en un bote de cristal para la próxima sopa.
¡Que rico!
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